Observa tus pensamientos y ordénalos en una lista. De
nuestros pensamientos y emociones
procede nuestra materia prima creativa. ¿Cuál es tu material de trabajo?
¿Ordenamos y/o limpiamos el taller del artista? Te recomendamos que adquieras
un LIBRO EN BLANCO o LIBRETA. La
llamaremos Bitácora del navegante
ficticio. Es
interesante que ese libro blanco sea en sí un objeto de poder. No sé si sabes
que el origen del arte está vinculado a lo sagrado. El teatro, por ejemplo,
nace de la adoración a los dioses (en Occidente, tragedia y comedia son ritos
que celebran a Dionisos).
En primer lugar, en tu
libreta haz un inventario de tus PENSAMIENTOS
RECURRENTES. Busca la honestidad. ¿Son pensamientos obsesivos? ¿Te generan
dolor?
El objetivo es
alquimizarlos. Pero, de momento, anótalos y obsérvalos.
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