jueves, 16 de julio de 2015

Bebe un vaso de agua

Al igual que para beber un vaso de agua, necesitamos en primer lugar un vaso limpio (un vaso lleno de otra cosa enturbiará el agua limpia), para crear, necesitamos liberar el espacio que después llenaremos otra vez, en un proceso cíclico y dinámico.
Coge una jarra y llénala de agua. Yo, a veces, inspirada en Masaru Emoto (sea real o ficticio su planteamiento) pongo fuera un letrero que dice “agua de amor”.  También utilizo una botella reciclada que una amiga pintó con corazones donde pone la palabra “amor” en varios idiomas inventados.
Ahora, bendice el agua con una poesía u oración que describa las propiedades mágicas del agua que te vas a beber.

¡Oh, agua mágica!
¡Gracias, gracias, gracias!
¡H2O purificador !
¡Cascada cristalina, elixir de la vida,
prisma de luz en el acantilado del alma!
¡Inúndame de amor!

Coge una copa limpia y transparente. Imagina que eres ese recipiente. TU MENTE ES EL SANTO GRIAL, el cáliz mágico que tienes en la cabeza. Imagina que el agua de la jarra es el ELIXIR DE LA LARGA VIDA.  Imaginar es gratis, ¿no?
Bien, ahora llena con agua de la jarra tu copa y sostena. Expira.
Bebe mientras inspiras.

Te recuerdo que el elemento Agua se relaciona con las copas y los corazones -en las barajas de naipes (española y de póker)-. El elemento Agua representa las emociones, los sentimientos. Y, en fin, ya sabemos que el amor cósmico es el As de los sentimientos.  

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